Revista de Trabajo Social – FCH – UNCPBA “TA TE TI… ESTA VEZ ME TOCO A MI: PRÁCTICAS DE UNA MADRE ANTE LA ENFERMEDAD DE SU HIJA”. REFLEXIONES DESDE UN ENFOQUE MULTIDISCIPLINARIO EN SALUD. Introducción
En el siguiente trabajo se presentará una entrevista realizada a una persona que tiene
una hija que posee una enfermedad. El objetivo de este trabajo es lograr llevar a cabo un
análisis de la misma, con el fin de visualizar las diferentes medicinas existentes en nuestro
país, utilizadas por la población para atender algún tipo de enfermedad.
Es indudable que el concepto de salud ha variado durante el correr de los años, ya
que ha sido encuadrado en diferentes paradigmas por lo que ha provocado distintas nociones
y formas de atender la salud a través del tiempo.
En la actualidad el paradigma de la medicina vigente en Argentina es el biologicista,
el cual hace hincapié en el organismo. Dicho paradigma hoy se encuentra desestabilizado,
ya que no puede responder a ciertas cuestiones.
Existen varios autores que a lo largo de los años han querido establecer
clasificaciones de los distintos tipos de medicinas que existen para atender la salud; cada
uno teniendo en cuenta ciertos factores y aspectos. Algunos de ellos han sido Wardwell,
Young Alan, Althur Kleinman en 1980, Charles Good en 1987 e Idoyaga Molina (1997-
Este trabajo se desarrollará teniendo en cuenta la clasificación de Ydoyaga Molina,
ya que se considera que estableció una categorización de las distintas medicinas, que es de
utilidad en Argentina y America Latina. En su clasificación establece 5 categorías que
logran englobar las diversas prácticas terapéuticas que son utilizadas por las personas para
1 Estudiante de la Carrera de Trabajo Social de la Facultad de Ciencias Humanas de la UNCPBA, Tandil.
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Cada tipo de medicina posee una forma de entender a la salud, y tiene ciertas
concepciones acerca de lo que es la enfermedad, su manifestación, el diagnóstico, y la
Es innegable que en las últimas décadas el paradigma biologicista ya no puede
responder a ciertas cuestiones, y es por este motivo que se encuentra desequilibrado.
Simultáneamente en los últimos tiempos, tanto en los países desarrollados como en los del
tercer mundo, es un hecho común el uso de otros tipos de medicinas paralelas a la
biomedicina, e inclusive las preferencias por otros tipos de medicinas.
A continuación se desarrollarán algunos conceptos de la clasificación establecida
por Idoyaga Molina que serán utilizados para el análisis de la entrevista.
Idoyaga Molina es uno de los autores que propone una nueva categorización de las
distintas medicinas existentes, proponiendo, al igual que Charles Good, un sistema
etnomédico que varía de región en región. Este sistema etnomédico supone: la atención de la
salud mediante la superposición de distintas medicinas, sin privilegiar la biomedicina;
considera los sistemas locales de oferta médica; y, debe facilitar la discriminación de los
factores que inciden en el acceso y en la combinación de los distintos tipos de medicinas por
Parte de la idea de que los factores culturales, económicos, étnicos y geográficos van
a dar distintas combinaciones de 5 tipos de medicinas: la biomedicina, el autotratamiento,
las medicinas tradicionales, las medicinas religiosas y las medicinas alternativas.
Respecto a la biomedicina Molina refiere a la medicina alopática y a las
psicoterapias, oficialmente reconocidas y ofertadas en hospitales y otras unidades de salud,
de complejidad diversa, tanto públicas como privadas. Esta medicina pretende llegar a toda
la población de manera gratuita a través de prestaciones que brindan los hospitales y centros
de salud. Sin embargo, el acceso a ciertos tipos de cirugías, de tratamientos odontológicos,
de tecnologías diagnósticas, la calidad del trato que se recibe y el tiempo que insume la
consulta depende del tipo de cobertura que tengan los usuarios y de la región en que habiten
La biomedicina hace hincapié en el aspecto biológico del ser humano y actúa en el
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Las medicinas tradicionales son prácticas terapéuticas propias de cada cultura.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) refiere a todos los conocimientos,
habilidades y prácticas que se basan en teorías, creencias y experiencias procedentes de las
diferentes culturas, sean o no explicables, y que se utilizan en el mantenimiento de la salud,
la prevención y tratamiento de las enfermedades físicas o mentales.
Idoyaga Molina plantea que las medicinas tradicionales son el shamanismo2, en las
sociedades indígenas, y el curanderismo.
El Shamanismo tiene una visión dual del mundo, de la persona y de la enfermedad;
esta ultima provocada por algo que se agrega (adición) o algo que se quita (extracción).
El curanderismo, es la más difundida sobre todo en áreas rurales y urbanas. En este
tipo de prácticas lo que cobran estos especialistas tradicionales, generalmente es a voluntad
o sumas muy bajas cuando los usuarios no cuentan con recursos, en cambio, las sumas
pueden ser elevadas cuando tratan a clientes que están en buena posición económica
Las medicinas religiosas son aquellas prácticas terapéuticas guiadas por quienes
poseen el don de curar, como la imposición de manos, los grupos de oración o los estados de
trance; es decir son aquellas prácticas terapéuticas que se apoyan en los rituales de las
distintas religiones. Al respecto Idoyaga Molina expresa que con la expresión medicinas
religiosas nos referimos a las prácticas curativas realizadas en el contexto de ceremonias,
rituales y creencias del catolicismo, de las iglesias evangélicas y pentecostales y de las
iglesias afro-americanas (umbanda). Estas prácticas incluyen imposición de manos, grupos
de oración, contacto con el sagrario, exorcismos y otras actividades (Idoyaga Molina, 2007:
Siguiendo al autor, este tipo de medicinas implica diferentes nociones y prácticas
que se realizan en cultos y rituales; todas ellas actividades destinadas a la curación corporal
y espiritual. Respecto al pago que se otorga por este tipo de servicio, señala que las ofertas
de católicos y pentecostales suelen ser gratuitas o dejar la decisión de cómo y cuánto
retribuir en el usuario, quien se supone conoce su realidad económica y actuará en
consecuencia (Idoyaga Molina, 2007: 27). 2 Según Idoyaga, el sahamanismo es la medicina tradicional de las sociedades indígenas del gran Chaco. Se trata de instituciones diferentes que varia de acuerdo a los grupos étnicos y que han experimentado cambios para adaptarse a las transformaciones de la situación de contacto.
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Por su parte el autotratamiento o medicina casera, constituye otra de las categorías,
en el que es frecuente la automedicación.
El autotratamiento incluye el consumo de fármacos de laboratorio, de remedios
vernáculos preparados en la casa y ciertas terapéuticas rituales de raigambre católica, entre
otras técnicas. (Idoyaga Molina, 2007: 28).
Este tipo de medicina se constituye en una de las primeras opciones en la mayoría de
la gente, en todas las sociedades. Generalmente se lleva a cabo en el contexto del hogar y es
llevada adelante por alguien que no es un especialista. Idoyaga Molina plantea que es la
práctica realizada por legos en el contexto de la familia, el vecindario y la comunidad.
Incluye un vasto conocimiento acerca de las propiedades terapéuticas de vegetales y de
algunos elementos animales y minerales y otras antiguas técnicas de origen biomédico como
el uso de cataplasmas, ventosas, parches, bálsamos, baños de asiento, sangrías, enemas,
entre otras. La práctica del autotratamiento o medicina casera incluye además la cura “de
palabra” o ensalmos. La terapia usualmente combina fórmulas de palabra con recetas y otras
técnicas según el mal de que se trate. Entre los sectores medios y altos el autotratamiento
mas común incluye el consumo de fármacos de laboratorio, sin que medie una consulta y
prescripción del biomédico, se recurre a determinados fármacos siguiendo los consejos de
familiares y amigos. El autotratamiento puede ser también religioso, en este caso incluye el
rezo, las promesas a santos y vírgenes y las peregrinaciones. Existe además un
autotratamiento alternativo, se trata de algunas técnicas de prevención y tratamiento de las
enfermedades a través del manejo de energía, que los individuos pueden ejecutar en forma
aislada después de haberlas aprendido en cursos de control mental, yoga y otras prácticas
alternativas. (Idoyaga Molina, 2007: 29, 30).
Por último, las medicinas alternativas han sido incorporadas en las últimas décadas,
acá en Argentina. Se asocia al movimiento del New Age y comparten la creencia en la
energía universal. Algunas de ellas son: yoga, reiki, shiatsu o acupuntura, aromaterapia, la
terapia de vidas pasadas, etc. Este tipo de medicinas suelen tener un costo elevado, aunque
actualmente existen ofertas baratas. Esto hace que este tipo de prácticas puedan estar al
alcance de las personas de todas las clases sociales.
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Se trata de medicinas muy diversas, en su mayoría de raigambre oriental y algunas
poseen larga trayectoria, como es el caso de la acupuntura, la medicina ayurvédica o el yoga,
otras son mas modernas como el reiky, la terapia de vidas pasadas o la cromoterapia
Estas son las diferentes tipos de medicinas establecidas por Idoyaga Molina que
existen para la atención de la salud. Las personas pueden optar por cualquiera de ellas, o
combinar distintos tipos; esto dependerá de diferentes factores, ya sean culturales,
económicos, educativos, étnicos, geográficos, etc.
A continuación se mostrará una entrevista realizada a una persona que tiene una hija
que es discapacitada mental con el fin de indagar acerca de este problema que tiene su hija,
cómo surgió, cómo lo trató, a quién recurrió, qué hizo para mejorar la salud de su hija, qué
Luego se presentará un análisis de dicha entrevista, a partir de los conceptos
expuestos anteriormente, es decir tomando en cuenta la clasificación de las medicinas según
Análisis de la entrevista3
Susana, nuestra entrevistada tiene 52 años, y es de clase media. Ella tiene una hija
(Mercedes) que tiene una discapacidad mental severa, producto de una asfixia que sufrió al
momento de nacer. Mercedes presenta un trastorno generalizado del desarrollo con
conductas psicóticas que obstaculizan su desempeño en las diferentes áreas de interacción:
Ella posee un diagnóstico neurológico de: Encefalopatía epiléptica severa secuelar,
por daños sufridos al nacer. Presenta conductas hétero y autoagresivas.
A partir de la información obtenida en la entrevista a Susana, puedo decir que esta
señora, ante la lesión cerebral que presenta su hija después del parto llevo a cabo distintas
prácticas terapéuticas que corresponden a estos tipos de medicina:
La señora Susana expresó que después de su parto su hija estuvo internada en una
Clínica, bajo el seguimiento de diferentes médicos de distintas especialidades quienes
3 Los nombres han sido cambiados para preservar la identidad de nuestra entrevistada y su familia.
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atendieron a su hija que sufría convulsiones. Al respecto Susana comentó: “nos pidieron autorización a las 6 horas para sacarle líquido de la médula, por si era una meningitis, cosa que dio un resultado negativo.”
Su hija durante estos primeros días de vida estuvo internada en una clínica/hospital
donde fue atendida por especialistas que poseen un conocimiento científico, coherente con
la biomedicina. Los especialistas de la biomedicina son aquellos que poseen un
conocimiento especializado, científico y sabiduría en la medicina como ciencia, este tipo de
especialistas actúan en el ámbito de sanatorios y hospitales. Ella contaba que su hija después
del parto estuvo durante 7 días en terapia, donde los tres primeros fueron los más difíciles,
ya que su hija no paraba de convulsionar. A partir de esto, los médicos ante esto, deciden
medicarla con anticonvulsivos. Ella decía: “El tercero no paraba de convulsionar así que le tuvieron que dar una medicación para lo que sería “plancharla”, para que parara de convulsionar”… “Hata los 9 meses tomó la medicación para las convulsiones”…
Susana después del nacimiento de su hija siempre llevó a cabo prácticas de la
biomediocina, haciendo atender a su hija con el fin de lograr una mejoría en la salud. Al
respecto ella decía: “en el quinto o sexto mes el doctor se dio cuenta de que el perímetro cefálico no crecía de la misma forma que cualquier otro chico”…
Mercedes, según dijo Susana, en Mar del Plata, durante el primer año de vida fue
atendida por un pediatra y neurólogo de la Clínica Colon. Al trasladarse a Tandil, su mamá
lo primero que hizo es llevarla a un pediatra para que sea quien la atienda, este pediatra les
recomienda hacer una consulta con un neurólogo. Luego, este último especialista, le realizó
un encefalograma, y les señaló la lesión cerebral que poseía su hija. El médico en ese
momento advirtió que la lesión cerebral que Mercedes tenía, hacía que sea una nena de un
año y medio aproximadamente. En ese momento lo dicho por el medico podía resultar
cierto, sin embargo, con el tiempo se fue viendo que esa lesión cerebral produjo
consecuencias mayores, ya que con el recorrer de los años se fue notando la discapacidad
severa que Mercedes tenía. Ella contaba: “Le hizo un encefalograma y bueno, nos dijo que tenía su lesión cerebral que en ese momento sería como de un año y medio una cosa así, que en realidad hoy es mucho más, pero a medida que va creciendo se va viendo la
Tandil, Año 2 Nº 2, p. 120– 133. Septiembre de 2009 – ISSN 1852-2459 Revista de Trabajo Social – FCH – UNCPBA discapacidad que pueda tener o lo que haya afectado las convulsiones en su cerebro, en ese
A partir de lo expuesto por la entrevistada, se puede decir que Mercedes siempre ha
sido atendida por diferentes médicos, de distintas ramas y especialidades, con el fin de
solucionar o de mejorar su salud. De esta manera su mamá, siempre recurrió a diferentes
médicos según le fueron recomendando. Estos mismos le realizaban diferentes estudios y la
medicaban. Susana decía: …”Bueno, ahí se atendía siempre con un pediatra. Después nos vinimos a Tandil a vivir, la atendió otro pediatra, y nos dijo el mismo de un médico que venía del Hospital Italiano, el doctor X que era neurólogo, e hicimos una consulta (…) tuvo estimulación desde el año y medio más o menos o un año y 8 meses que la llevábamos a la terapista ocupacional, a la kinesióloga, a la vez que empezó a ir a ATAD, una escuela para chicos discapacitados. Después a los tres años volvió a repetir convulsiones, que viajábamos a Mar del Plata a ver a familiares que tenemos allá, y justo le pasó cuando estábamos llegando. La llevamos a la Clínica Colon y la atendió el médico, el pediatra, que la había tenido allá al nacer (…) Ahí la volvieron a medicar por las convulsiones, después siguió con el tratamiento del médico. La llevamos después a un médico de La Plata porque andaba bastante nerviosa, gritaba, se golpeaba (…) Porque nos dijeron de un neurólogo en La Plata que era un muy buen médico, la llevamos, la medicó un poco más porque era baja la dosis que tomaba de tegretol.”
En sus primeros años de vida Mercedes era atendida por un pediatra y neurólogos,
quienes tenían la finalidad de mejorar su salud. Luego de un tiempo Susana además de
continuar tratando a su hija con su pediatra y neurólogo, la llevo a otro profesional de la
biomedicina: psiquiatra. Ella enunciaba:
“…Ella seguía medicada. Y… hará 12 años atrás, el neurólogo que la atendía nos dijo que la llevemos a un psiquiatra. Nosotros pensábamos que al psiquiatra teníamos que ir nosotros en realidad, pero bueno, nos dijo que la psiquiatra medica distinto a ellos, tal vez la misma medicación la dan de otra forma, combinada y le iba a hacer bien, porque Nati andaba bastante mal y nerviosa. Así es que fuimos a la psiquiatra W, en realidad, nos fue bien, nos atendió muy bien, y la medicó bien. Estuvo con ella durante 10 años, pasamos de todo, altibajos, de todo. Cambiando medicación cuando se ponía mal. Pero después ya a lo último no sé si ella se había acostumbrado a Mercedes, o ya no le encontraba la vuelta,
Tandil, Año 2 Nº 2, p. 120– 133. Septiembre de 2009 – ISSN 1852-2459 Revista de Trabajo Social – FCH – UNCPBA ella andaba mal, y cambiamos de psiquiatra, y esta nueva que es Z, a la que sigue yendo actualmente, le cambió la medicación. Menos anticonvulsivos, y la verdad que cambió muchísimo y esta bastante bien ahora”.
Entendiendo a la biomedicina como la medicina alopática y a las psicoterapias,
oficialmente reconocidas y ofertadas en hospitales y otras unidades de salud, tanto publicas
como privadas (Idoyaga Molina; 2007); se puede concluir, que hasta estos días, Susana lleva
a cabo prácticas terapéuticas de la biomedicina para atender la salud de su hija, con
especialistas de distintas ramas y especialidades (neurólogos, psiquiatras). Ellos no eran
siempre los mismos. Fueron variando de acuerdo a la evaluación que hacía su mamá del
tratamiento que cada uno realizaba para su hija y de las recomendaciones que recibía de sus
Sin embargo, nunca dejó de atender a su hija con profesionales de la biomedicina.
Vale también destacar aquí que, en nuestro país, el actual paradigma de la medicina
que se encuentra vigente es el: biologicista; por lo cual es lógico que después del problema
que tuvo al nacer, Mercedes siempre sea atendida por médicos.
Considerando que las medicinas tradicionales son el curanderismo y el shamanismo
(Idoyaga Molina; 2007) y constituyen todas aquellas prácticas terapéuticas de cada cultura;
se puede decir que cuando Susana visitó a un curandero, optó por una medicina tradicional
con el fin de atender la salud de su hija.
Susana comentaba en la entrevista: “…Y una vez la llevamos a una curandera (…)
Me acuerdo, que nos pidió que llevemos un canario con una jaula, gastamos en ese momento un montón de plata, la consulta también nos salió carísima; y la verdad que no nos dijo nada. Nos invento cosas que no tenían nada que ver con nosotros; y todo siguió igual, no había una mejoría en el comportamiento de mi hija, pero bueno, nosotros esperanzados en tener no sé si una solución, pero sí un alivio íbamos a cualquier lado
A partir de lo dicho por Susana, se constata que ella ni su marido creen en este tipo
de medicina; pero que sin embargo, al no andar bien su hija de salud, recurrieron igual, con
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Este tipo de medicina, para Susana, no funciona y no tiene una buena opinión de
ellas; ya que por más que concurrió sólo una vez, nada cambió; además, no creía en ese tipo
de práctica previamente a ir. También, expresó que fue muy caro el monto que le cobraron.
Si bien Susana recurrió, en un momento de su vida, a una curandera con el fin de
mejorar la salud de Mercedes; es decir, que combinó la biomedicina con la medicina
tradicional; cabe aclarar que lo hizo sólo una vez, desde que su hija nació (hace 25 años); y
dejó manifestado que no fue una buena experiencia para ella y su familia, y que no creen
volver a realizar este tipo de prácticas terapéuticas para atender la salud. La mamá de
Mercedes afirmaba: “Y una vez la llevamos a una curandera, que en realidad no creíamos mucho nosotros, pero uno con tal de buscar alguna forma de mejorar la situación y que mi hija esté mejor, recurre a donde sea en esos momentos (…) pero bueno, nosotros esperanzados en tener no se si una solución, pero sí un alivio, íbamos a cualquier lado donde nos dijeran. Pero nunca más”.
A partir del relato de Susana, queda explícito que esta señora rechaza hoy en día las
medicinas tradicionales. Si bien en 25 años realizó solo una práctica terapéutica
correspondiente a este tipo de medicina, dejo bien en claro que nunca creyó en los
curanderos, que recurrió ante la desesperación y en un momento donde su hija no andaba
bien, que no perdía nada si probaba, y que después de esa experiencia no volvería a recurrir
a este tipo de prácticas para atender la salud de Mercedes.
Teniendo en cuenta, según la clasificación de Idoyaga Molina, que el autotratamiento
puede ser también religioso, puede comprobarse que Susana con el fin de que mejore la
salud de su hija ha utilizado otro tipo de medicina: el autotratamiento.
El autotratamiento más común en los sectores altos y medios incluye el consumo de
fármacos de laboratorio, sin que se haya realizado una consulta a un médico. De esta
manera, se recurre a ciertos fármacos luego de los consejos de amigos y parientes. A partir
de la entrevista realizada puede constatarse que en ningún momento Susana contó haber
medicado a su hija. Ella en todo momento dejo bien en claro, que su hija desde pequeña esta
medicada, por especialistas de la biomedicina, con anticonvulsivos y tranquilizantes para
estabilizarla. Es posible que, ante el problema que tiene su hija y los tipos de medicamentos
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que toma, su mamá no le haga consumir ciertos fármacos, sin consultar al médico, ya que es
suficiente con la medicación que toma, y desde hace muchos años. A esto hay que agregarle
también, que la discapacidad que tiene su hija no le permite hablar ni expresar si le duele la
panza, la cabeza o alguna otra parte del cuerpo, lo que implica no darle por su cuenta ciertos
medicamentos que la gran mayoría de las personas consumimos sin consultar al médico,
como son las aspirinas, sertal, etc. Sobre este tema la madre de Mercedes decía: “Ella toma solo la medicación que le da la psiquiatra, y ahora por suerte anda muy bien. Otra cosa más que eso no le doy. Siempre estuvo medicada, pero por médicos. Hoy por hoy, toma todos los días Tegretol, Halopidol y Nozinan. Le doy lo que me da el médico, si no, no me
Considerando que el autotratamiento religioso incluye el rezo, las promesas a santos
y vírgenes y las peregrinaciones, puede afirmarse que la mamá de Mercedes llevo a cabo
prácticas de autotratamiento (religioso). Ella expresó haber ido a visitar en varias ocasiones
a la Virgen de Itati en Corrientes, con el objetivo de pedir por una mejoría en la salud de
Mercedes. Al respecto ella señalaba: “Eh…y también fuimos varias veces (…) a la Virgen de Itati en Corrientes, hemos ido a pedir varias veces a la Virgen. Como te dije antes, siempre tratando de pedir por ella, para que esté y ande bien”.
A partir de lo expuesto en la entrevista por Susana, puede decirse que esta señora ha
llevado a cabo prácticas propias del autotratamiento para atender la salud de su hija. La
entrevistada manifestó haber realizado (cuando Mercedes era más chica) visitas a la Virgen
de Itati en varias ocasiones, lo que implica que utilizó el autotratamiento como medicina
Considerando que las medicinas religiosas refieren a las prácticas curativas
realizadas en el contexto de ceremonias, creencias y rituales del catolicismo, de las iglesias
evangélicas, etc. (Idoyaga Molina; 2007); puede afirmarse que la mamá de Mercedes, ha
realizado prácticas terapéuticas de la medicina religiosa. Esto puede constatarse a partir de
haber ido a visitar a María Livia, una señora que se le ha presentado la Virgen y a partir de
esto recibe en un cerro en Salta a muchos peregrinos.
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Después de esto, la misión de esta fue ser intermediaria entre la Virgen y la gente. La
señora recibe los mensajes de la Virgen y realiza una Oración de Intercesión, lo hace
apoyando la mano en el hombro de cada persona. Al respecto Idoyaga Molina afirmaba:
“los sanadores religiosos suelen limitar su ritual de sanación a la imposición de manos y al rezo, así como suelen recalcar que es el poder de Dios el que obra la cura, siendo el especialista un mero trasmisor (…)Las ofertas de católicos y pentecostales suelen ser
Otro tipo de práctica, que realizó la entrevistada y que corresponde a este tipo de
medicina (religiosa), refiere a la participación en las Misas que el padre Chiche Orbe llevaba
a cabo en una Parroquia de la cuidad de Mar del Plata (Cristo Rey).
Al respecto Susana señalaba que Chiche Orbe era un cura sanador, y al ellos ser
católicos, comenzaron a concurrir a las Misas que realizaba una vez al mes (todos los días
13). Ella participaba sola con su marido, porque en ese momento Mercedes era chica y el
resto de sus hijas también; y afirmaba que la verdad que les gustaba mucho y les hacia muy
Cabe destacar aquí, lo importante que era para ellos participar en este tipo de Misas
ya que afirmaba que les hacía muy bien, y que fue muy grande la insatisfacción que
sintieron cuando se enteraron que trasladaban al padre a Buenos Aires, lo que implicaba que
no iban a poder participar más. Ella al respecto decía: “…Y viajábamos todos lo 13 de cada mes a las misas, nosotros solos participábamos de las misas, porque las chicas eran muy chiquitas y entonces las dejábamos con sus tías que tienen allá. Nos hacía muy bien ir a esas misas a escucharlo al padre. Una vez la llevamos a Mercedes a la misa, que la bendijo el padre, nos hacia muy bien. Fuimos durante muchos meses. Después dejamos de ir porque al padre lo trasladaron a Buenos Aires, y ya se nos complicaba viajar hasta allá, mucho más lejos, más gastos, tenia tres hijas mas chiquitas que Mercedes todas muy seguiditas, el trabajo y no es fácil. Pero, la verdad que nosotros creemos en Dios y tenemos fe, y nos hacia bien ir, hubiese estado bueno que no lo trasladaran para poder seguir yendo…”.
A partir del relato de Susana puede notarse que por ser católicos, han llevado a cabo
prácticas curativas realizadas en el contexto de ceremonias, rituales y creencias del
4 Anatilde Idoyaga Molina, en “Los caminos Terapéuticos y Los Rostros de la Diversidad”. 2007. Pág. 30, 31.
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catolicismo en forma paralela a las prácticas de la biomedicina; éstas siempre con el fin de
pedir por la salud de Mercedes, y también porque les hacia muy bien a ellos.
Las medicinas alternativas han sido difundidas en Argentina en las últimas décadas y
se asocian al movimiento del New Age; comparten la creencia en la energía universal.
Al igual que el resto de las medicinas hacen referencia a prácticas usadas para paliar
o curar enfermedades. Es decir, son tratamientos terapéuticos no encuadrados dentro de la
medicina occidental contemporánea. Algunas de ellas son: Reiki, yoga, homeopatía, terapias
florales, acupuntura, terapia de las vidas pasadas, reflexología, etc.
A pesar de que este tipo de medicina se ha divulgado en las ultimas décadas y que se
ha extendido entre individuos de todos los sectores sociales y niveles de instrucción, puede
afirmarse que Susana no realizó ningún tipo de práctica terapéutica de este tipo de medicina,
Conclusión
A parir de la entrevista realizada a Susana puedo concluir que a lo largo de los 25
años que hace que su hija nació con una lesión cerebral, que trajo como consecuencia una
discapacidad mental severa, su mamá ha llevado a cabo distintas prácticas terapéuticas
correspondientes a los diferentes tipos de medicinas establecidas por Idoyaga Molina.
Las distintas medicinas utilizadas por la entrevistada fueron llevadas a cabo siempre
con el objetivo de atender la salud de Mercedes; es decir, fueron realizadas para atender y
aliviar el problema de salud de su hija.
Puede decirse que Susana ha combinado a través de los años diferentes tipos de
medicinas para cumplir este objetivo; ha llevado a cabo, además de las prácticas de la
biomedicina, prácticas de autotratamiento, prácticas terapéuticas de la medicina tradicional,
y por último, prácticas de la medicina religiosa.
Respecto a esto último, debe aclararse que durante los 25 años Mercedes fue
atendida por diferentes especialistas de la medicina oficial de nuestro país: la biomedicina.
Ella desde pequeña fue siempre atendida por especialistas de las diferentes ramas de la
biomedicina, ya sea pedíatra, neurólogos, psiquiatras, etc. En este punto debe tenerse en
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cuenta dos aspectos: por un lado, que la biomedicina es la medicina oficial de nuestro país, y
por el otro, el grado de enfermedad que sufrió Mercedes al nacer (una lesión cerebral que
produjo una discapacidad mental severa).
Puede señalarse también que, si bien en algún momento Susana combinó la
biomedicina con la medicina tradicional, debe tenerse en cuenta que el uso de esta última
medicina fue “escasa”; en el sentido que la mamá de Mercedes una sola vez en los 25 años
realizó una práctica terapéutica propia de la medicina tradicional, la visita a un curandero.
Debe considerarse para explicar esto que, ni Susana ni su familia creía en este tipo de
prácticas, ni creen actualmente. Por lo tanto, es lógico que no vuelvan más a visitar a un
curandero ni lleven a cabo prácticas terapéuticas tradicionales, ya que desde un principio no
creían en los curanderos y fueron igual, y después de esto manifestaron no haber sido una
buena experiencia porque nada cambió y encima le salió muy caro, según expresó.
A partir de la entrevista, se concluye también, que Susana ha realizado prácticas
terapéuticas propias de la medicina religiosa en forma simultánea con la biomedicina. Esto
puede constatarse a partir de haber efectuado prácticas curativas que se realizan en el
contexto de ceremonias y creencias del catolicismo, como la participación en las Misas del
padre sanador Chiche Orbe y la visita a la Sanadora de Salta, María Livia.
Por otra parte queda constatado que la madre de Mercedes también en forma paralela
a las prácticas de la biomedicina, hasta el día de hoy, ha lleva a cabo prácticas terapéuticas
que corresponden al autotratamiento religioso, esto puede distinguirse a partir de las visitas
que varias veces realizó a la Virgen de Itati, en la provincia de Corrientes.
Este tipo de prácticas de la medicina religiosa y del autotratamiento religioso que
realiza Susana para mejorar la salud de su hija, da cuenta de que tanto ella como su familia
son creyentes de la religión católica, y tienen fe en Dios.
Finalmente puede concluirse que la mamá de Mercedes, en forma simultánea a las
prácticas terapéuticas de la biomedicina, lleva a cabo prácticas propias de la medicina
religiosa y del autotratamiento religioso, con el objetivo de atender la salud de su hija. Esto,
siempre buscando un alivio, es decir, una mejoría en el comportamiento de Mercedes, ya
que la discapacidad mental severa que tiene su hija no es curable.
Creo que Susana nos deja una frase para tenerla en cuenta, en el momento en que
contesta por qué cree que le paso esto a su hija. Muchas veces frente a distintos problemas
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de salud que tenemos o que le toca a algún familiar uno se reniega y se pregunta ¿por qué a
mi? ¿Por qué esto me toca a mí, y no a otro? Y la madre de Mercedes nos dice:
“No me pregunto por qué paso, si no, aprendimos a decir ¿por qué no?, es decir, por qué no nos va a pasar algo a nosotros, quiénes somos nosotros para que no nos pase eso. Aprendimos con el tiempo a decir en vez de ¿Por qué a mi?, ¿Por qué no a mi?, porque creo que en realidad le puede pasar a cualquiera”. Bibliografía
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MIGNONE, JAVIER. “Prácticas Modelo en Salud intercultural”.
Tandil, Año 2 Nº 2, p. 120– 133. Septiembre de 2009 – ISSN 1852-2459
Merkblatt für PatientInnen unter Antikoagulation (Gerinnungshemmung) Ihnen wurde Marcoumar (Phenprocoumon) oder Sintrom (Acenocoumarol) verschrieben. Dies ist ein Medikament, das die Gerinnungsfähigkeit des Blutes herabsetzt. Dadurch soll die Bildung von Blutgerinnseln verhindert werden. Diese Gerinnsel können zur Verstopfung von Gefäßen führen. Je nachdem, welches Gefäß betr